Según Kabat-Zinn, Mindfulness se refiere a “experimentar directamente, instante tras instante, la gran aventura del despliegue de la vida ahora mismo y en cualquier lugar, por más difícil o desafiante que sea la situación a la que nos enfrentemos” (Kabat-Zinn, 2016, p. 11). Esto se va cultivando a partir de diversos mecanismo tales como (Hervás, Cebolla y Soler, 2016):
- Trabajando el control atencional, podemos dirigir de manera deliberada nuestra atención, enfocarla allí donde decidamos, como por ejemplo hacia experiencias y actividades que nos resultan beneficiosas.
- Potenciando la regulación emocional, aquí una clave está en la aceptación de lo que vivimos, en el fondo, saber que las experiencias son eso, momentos de nuestra vida, a veces nos desafían y otras veces las disfrutamos. En algunos momentos nos vemos desafiados-desafiadas y nos desregulamos por diversos motivos, quedando en un estado de hiperactivación, en ocasiones con ansiedad, agobio, irritabilidad, estrés, etc. Y otras veces, perdemos la energía y nos sumergimos en un malestar que nos hipoactiva, es decir, nos decaemos, incluso podríamos bloquearnos.
Entonces aquí la pregunta que surge, ¿Cómo tener una activación óptima? Entonces mindfulness, nos aporta muchísimo, primero aprendiendo a introducir la pausa y observar lo que nos está sucediendo; segundo a mirar la experiencia con amabilidad y sin juicio; tercero a darnos la posibilidad de tomar decisiones alineadas con aquello que nos hace bien en el momento y siendo amigable con los demás. Entonces podemos seguir una ruta de “pausar, observar y decidir” (Snel, 2014).
- Reduciendo de la rumia mental y de las preocupaciones, podemos quitarles volumen a los pensamientos negativos repetitivos.
- Potenciamos en la practica de mindfulness, apertura a la vida, generando una consciencia de nosotros- nosotras mismas, necesaria para propiciar el bienestar que anhelamos.
¿Cómo lo hacemos en el día a día?
Si bien siempre será un gran aporte vivir algún programa de mindfulness, podemos en el día a día cultivar el estar presente en cada experiencia de nuestra vida cotidiana, suspendiendo el juicio y de manera amable.